Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con algunos productos o ‘técnicas’ que prometen acelerar nuestro organismo. En este aspecto, sólo una vida saludable acompañada de disciplina y ganas de mejorar nuestros hábitos, son los factores que nos van a permitir tener un metabolismo basal envidiable, lo que nos hará lucir más jóvenes, delgados y mucho más contentos con nosotros mismos.
¿Cuáles son estos factores?
Distribución de las comidas.
El factor principal para acelerar nuestro metabolismo es la distribución de las comidas. Muchas personas tienen la idea equivocada de que para bajar de peso es necesario comer lo menos posible. Esto es totalmente equivocado.
Una buena dieta no debe ser demasiado restrictiva en cuestión de cantidad de alimentos, claro que esta que un consumo alto de calorías nos va a traer problemas de sobrepeso, pero se puede comer sin pasar hambre y al mismo tiempo bajar de peso.
Entre mayor número de comidas realicemos al día tendremos un metabolismo basal más eficiente. Se recomienda hacer 5 comidas al día para tener un metabolismo basal activo y veloz.
La razón para esto es que entre más tiempo dejemos pasar entre cada comida, nuestro metabolismo basal se hará más lento para optimizar la energía del organismo. En cambio, cuando hacemos nuestras comidas con regularidad nuestro cuerpo se acostumbra a quemar grasa de manera más eficiente, pues sabe que no tiene que estar cuidando la primera vía metabólica pues pronto llegarán nuevos alimentos.
No a las dietas extremas.
Otro factor que influye en la velocidad de nuestro metabolismo basal es si hemos acostumbrado a nuestro organismo a dietas muy extremas. Cuando hacemos dietas de hambre mandamos la señal a nuestro cuerpo de utilizar la energía muy lentamente.
Imaginemos que necesitamos 2000 calorías diarias para mantener nuestras funciones vitales y para nuestras actividades cotidianas. Si de pronto hacemos una dieta demasiado restrictiva en calorías, nuestro organismo tendrá que hacer malabares para hacer rendir las pocas calorías que estamos consumiendo, y en el corto o mediano plazo hará mucho más lento nuestro metabolismo basal. De hecho, este cambio en la velocidad del metabolismo basal es una de las causas principales del ‘efecto rebote’.
Actividad física.
Otra de las variables que podemos controlar que afectan a nuestro metabolismo basal es la actividad física. La actividad física regular hace que acostumbremos a nuestro metabolismo basal a ‘estar en forma’.
Para tratar de ejemplificar esto, imaginemos que nuestro organismo tiene una ‘memoria del metabolismo basal’, cuando acostumbramos a nuestro cuerpo a quemar energía, éste continuará haciéndolo a lo largo del día. En caso contrario, haremos que poco a poco nuestro cuerpo vaya olvidando que necesita estar consumiendo energía de forma eficiente y lo hará de manera contraria, es decir: lentamente.
Imaginemos que necesitamos 2000 calorías diarias para mantener nuestras funciones vitales y para nuestras actividades cotidianas. Si de pronto hacemos una dieta demasiado restrictiva en calorías, nuestro organismo tendrá que hacer malabares para hacer rendir las pocas calorías que estamos consumiendo, y en el corto o mediano plazo hará mucho más lento nuestro metabolismo basal. De hecho, este cambio en la velocidad del metabolismo basal es una de las causas principales del ‘efecto rebote’.
Actividad física.
Otra de las variables que podemos controlar que afectan a nuestro metabolismo basal es la actividad física. La actividad física regular hace que acostumbremos a nuestro metabolismo basal a ‘estar en forma’.
Para tratar de ejemplificar esto, imaginemos que nuestro organismo tiene una ‘memoria del metabolismo basal’, cuando acostumbramos a nuestro cuerpo a quemar energía, éste continuará haciéndolo a lo largo del día. En caso contrario, haremos que poco a poco nuestro cuerpo vaya olvidando que necesita estar consumiendo energía de forma eficiente y lo hará de manera contraria, es decir: lentamente.
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